domingo, 13 de junio de 2010

Brasil


Nunca olvidare lo que Dios hizo por mi en Brasil, Yo tenía realmente altas expectativas cuando nosotros estábamos en el avión para ir allí, pero cuando tocamos la primera noche fue mucho mayor de lo que espere, esto no eran las grandes luces, tampoco el sistema de sonido imponente, ni los fantásticos videos que ellos mostraron, era el hambre de la gente por la gloria de Dios que literalmente hizo en mi tener un encuentro con Jesús, ellos nose se preocuparon de lo que cantamos, ellos solamente quisieron tocar a Jesús, el poder de Dios salio durante los minutos de la segunda noche y solamente comencé a cantar el himno “Aleluya” en cuanto ellos tomaron confianza el espacio entero se lleno de Adoración, que podría haber continuado durante horas y yo no me habría preocupado. Yo sentía a Jesús aun sin tocar ninguna nota. Estos tres días fueron no solo diversión y salir, me recordaron que Dios no se preocupa de que tan espectacular sonemos o nos veamos. El solo se preocupa de cuan desesperado estoy por su amor, salí de Brasil no solo con la piel de gallina, me fui con una desesperación radical por el amor de Jesús que nunca he sentido antes.

Gracias Brasil

Leeland.